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domingo, 29 de enero de 2012

LA ESPERANZA LLAMA A LA PUERTA MIL VECES

Hay veces que a la hora de empezar a escribir me asaltan dudas, de que, de como o hacia donde quiero dirigir mis palabras, o lo más importante si aquellos que las leen o las leerán algún día, recordarán siquiera fragmentos de esos jirones de mi vida que dejo en cada uno de estos capítulos. Después de reflexionar sobre el asunto en cuestión, dejo que mis pensamientos fluyan, me relajo y las ideas salen de mi y se dirigen a todos y cada uno de los que por casualidad o conscientemente se acerquen a este humilde servidor de la palabra escrita como medio de cambiar mi mundo más cercano.
Esta semana que entra se cierra un capítulo más de mi azarosa vida y pienso en las palabras que dirigiré antes de que acabe la clase a aquellos alumnos que se acercaron un día llenos de curiosidad algunos, otros de miedo y los menos de indiferencia, hacia una materia que en principio esta llena de sentido común y sobre todo de un profundo sentido de la percepción de lo importante de las personas. Me refiero a la Gestión del cambio y las competencias en el entorno laboral.
Para los legos en la materia, se trata de profundizar en las entrañas de las personas y sacar o averiguar de que pasta están hechas. A grandes rasgos parecería complejo ver más allá de lo pura fachada de las personas, pero a lo largo de las clases he podido ver la transformación de muchos de ellos y he podido palpar como empiezan a captar y a analizar lo que está más allá de lo evidente, descubren con otra visión  las metáforas sobre la vida diaria que les propongo, empiezan a ver más profundamente en las personas y sobre todo empiezan a caminar hacia un mundo apasionante como es el saber sacar de las personas que nos rodean lo mejor de si mismas. Muchos de ellos escépticos al principio, se sienten profundamente atraídos por una disciplina,  que en muchos casos nos enfrenta a nuestras propias miserias y debilidades, pero que rápidamente  al verse reflejados, sienten una profunda sensación de rechazo ante lo que acaban de descubrir. En un mundo donde a nadie se les permite segundas oportunidades, que venga alguien a decirles que sus propios defectos o debilidades detectados recientemente, son fuente de profundas oportunidades de mejora, personal y profesional, cuando menos, zarandea sus más profundas creencias. Cuando alguien les dice que tienen la obligación de ser felices, que han venido a este mundo para cambiarlo, algunos me miran como si fuera un loco visionario que está fuera del tiempo y el espacio en el que vivimos "la desesperanza, como medio de vida". Pero sin embargo a medida que reflexionan, se dan cuenta de que el cambio es posible. Cuando empiezan a ver a la gente que les rodea, no como un competidor sino como un aliado en su crecimiento. Cuando aprenden los significados de las palabra perseverancia, trabajo, resiliencia, introspección, racionamiento, pensamiento conceptual, pensamiento estratégico y un sin fin de elementos que sabían que poseían pero que nadie se había ocupado de posicionar en sus vidas.
Por que entonces titulo esta entrada del blog, " La esperanza llama a la puerta mil veces". el simple echo de ver la transformación aunque fuera de uno solo de mis alumnos me produciría un torrente de placer inimaginable, sin embargo y para mi completa dicha, observo que en muchos de ellos a pesar de que el entorno que nos rodea se empeña en decirnos lo contrario, tienen esperanzas, tienen sed de cambio, tienen la curiosidad del que se abre a un mundo nuevo en el que todo está por explorar. Quizás el pragmatismo de los tiempos que vendrán los apacigüe, pero me conformo con que uno de ellos recuerde que siempre hay esperanzas, que el cambio empieza por uno mismo.
 Hay esperanza por que estamos rodeados de una inmenso talento, de personas hermosas y bellas llenas de una energía que tenemos la obligación de canalizar y de dirigir hacia cotas de desarrollo personal más elevadas.
Hay esperanza por que todos los días me topo con gente maravillosa, que trata de cambiar el mundo desde lo cotidiano, desde lo pequeño, desde lo inmediato, que nos enseñan que el futuro empieza hoy, que debemos aprender a disfrutar del camino y no preocuparnos por el destino.
En fín llamadme loco, llamadme iluminado si queréis. Pero mientras alguna de las personas que me escuchen, que me lean o que me miren sientan que tengo un atisbo de razón en mis planteamientos, sentiré que la esperanza llama de nuevo a mi puerta. Que llame a la tuya solo depende de ti, ¿a que esperas?.

La vida consiste en disfrutar del camino, no en llegar al destino.

2 comentarios:

  1. no solo tienes una pizca de razón sino que yo conozco muchos ejemplos de lo que tu dices y enseñas. Ojalá tuviésemos esas clases tan magistrales todos, y también la capacidad para comprender la lección de vida que das.

    Yo tendré mi segunda oportunidad, y mi enfermedad es mi punto de partida para una mejora en todos los aspectos de mi vida... puede estar mas claro que lo que dices es la esencia pura de la VIDA???

    quizá yo lo lleve todo a mi terreno, pero para mi todo lo que has dicho tiene sentido...

    TUS ESCRITOS ME DAN PAZ, GRACIAS!!

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  2. Ainara, he tenido la suerte de conoceros a través de la red y desde que os conozco, veo la vida desde otra perspectiva, he cambiado profundamente, percibo cada minuto de mi vida con una intensidad casi dolorosa, no estaba acostumbrado a vivir la vida minuto a minuto, hora a hora, día a día, simplemente me dedicaba a pensar en un futuro que no sabía cuando iba a llegar. Desde que os conozco he aprendido a valorar cada rallo de sol, cada palabra que digo,cada persona que se cruza en mi camino, he perdido el miedo a vivir Ainara, el miedo a vivir, llevo casi 40 años de mi vida con miedo a vivir. Cuando una pierde el miedo, siente la libertad de vivir el día a día, no como si fuera el último sino como si fuera el primero. Eso os lo debo a vosotros, esa deuda no se como os la pagaré. La energía, el talento, la capacidad de sintetizar belleza en tan poco espacio y tiempo, es algo que solo puedo agradeceros. Así que cuando pienses que llevas las cosas a tu terreno, descubrirás que tu terreno es mi terreno, que todos y cada uno de nosotros estamos destinados a dejar huella y vosotros me habéis dejado una que me ha llegado hasta la MÉDULA. Un beso muy grande y espero noticias de como va todo. GRACIAS A TI¡¡ Gracias por enseñarme el camino.

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